El brote de coronavirus ya había generado preocupación sobre la interrupción del negocio y la seguridad de la cadena de suministro durante la encuesta del año pasado Global Risk Landscape 2020 , pero aún faltaba determinar la longevidad y la gravedad de la pandemia. El informe de este año evalúa cuán efectivamente las organizaciones toman decisiones bajo presión en un entorno caracterizado por incertidumbre y cambio sostenidos.
La pandemia por COVID-19 demuestra la forma en que las crisis pueden escalar rápidamente y la necesidad de las organizaciones de ser capaces de reaccionar y adaptarse sin demoras. Entonces, ¿cómo pueden ser más precavidas y visionarias con respecto a su gestión de riesgos? ¿Cuáles son los riesgos futuros que más les preocupan?
Para explorar tales temas BDO encuestó a 150 ejecutivos de nivel C de empresas líderes en toda América. Nuestra investigación sugiere que existe margen para que las empresas optimicen sus mecanismos de gestión de riesgo, aumenten su agilidad organizacional y, en definitiva, mejoren su rendimiento en tiempos de incertidumbre y entornos que cambian de un minuto a otro.
En nuestra encuesta, el 48% de los ejecutivos opina que el impacto del COVID-19 ha sido peor o mucho peor de lo originalmente esperado en abril de 2020. Esto quizá refleja el hecho de que menos de la mitad (49%) de las empresas logró identificar en su registro de riesgos para 2020 una crisis sanitaria internacional o una pandemia.
