En el complejo entramado de relaciones laborales, las prestaciones sociales constituyen un pilar fundamental para garantizar la seguridad, protección y bienestar de los trabajadores. En Colombia, el Código Sustantivo del Trabajo establece las prestaciones mínimas que los empleadores deben brindar a sus colaboradores, independientemente del tipo de contrato laboral suscrito.
Así pues, las prestaciones de ley en Colombia se dividen en cuatro categorías esenciales como lo son: la prima de servicios, equivalente a un mes de salario la cual se paga en dos cuotas, 15 días en junio y 15 días en diciembre y busca reconocer el esfuerzo y tiempo de servicio del trabajador; El auxilio de cesantías es un beneficio que permite al trabajador tener un medio de subsistencia en caso de terminación del contrato de trabajo y se consignan anualmente en un fondo cesantías lo equivalente a un mes de salario o proporcional al tiempo laborado; los intereses sobre las cesantías que se pagan en enero de cada año y corresponde al 12% como rendimientos generados sobre las cesantías durante el año, y la dotación que representa la prestación en especie que debe ser entregado cada cuatro meses a trabajadores que ganen hasta dos salarios mínimos y lleven más de tres meses vinculados con la empresa, se entrega en tres fechas especificas: 30 de abril, 31 de agosto y 20 de diciembre, cabe mencionar que esta es diferente a los elementos de protección personal.
Ahora bien, cabe destacar que, todas las modalidades de contrato laboral, ya sea a término indefinido, a término fijo o por obra y labor, están obligadas a pagar prestaciones sociales; sin embargo, los contratos por prestación de servicio no incluyen este beneficio.
Es fundamental recordar que cumplir con el pago de las prestaciones sociales demuestra el compromiso de la empresa con el bienestar de sus trabajadores, también se traduce en un aumento de productividad; además, genera una imagen positiva tanto interna como externamente, contribuyendo a un buen clima laboral y facilitando la atracción y retención del mejor talento, evitando posibles reclamaciones laborales, sanciones o multas y permite preservar la reputación y estabilidad financiera de la empresa.
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