Los pagarés convertibles se han utilizado a menudo como una fuente para que las entidades obtengan financiamiento para sus operaciones. Son atractivos desde la perspectiva del emisor porque normalmente implican flujos de salida de efectivo más bajos, y el prestamista / inversor acepta una tasa de interés más baja sobre los fondos adelantados.
También suelen ser más fáciles de emitir en comparación con la obtención de financiación bancaria. Un prestamista / inversor está dispuesto a aceptar una tasa de interés más baja porque la función de conversión proporcionará, potencialmente, una mejora significativa del rendimiento general a través de la participación en los rendimientos de las acciones al alza.
Muchos emisores están agregando mejoras a las características de conversión para atraer inversionistas, y continúan surgiendo preguntas en relación con el tratamiento contable apropiado por parte de un emisor de instrumentos con características de conversión más complejas.
Como su nombre lo indica, los "pagarés convertibles" pueden hacer que la financiación de la deuda se convierta en capital, lo que proporciona al inversor una rentabilidad al alza. Sin embargo, los pagarés convertibles también suelen tener una función de liquidación en efectivo que protege al inversor de cualquier pérdida a la baja cuando la función de conversión de opciones está "fuera del dinero".
Desde una perspectiva contable, en su forma más simple, los instrumentos convertibles consisten en un préstamo y una función de conversión de capital que le da al tenedor la opción de convertir el préstamo en un número específico de acciones del prestatario.
Sin embargo, algunos instrumentos convertibles pueden ser complejos y contener una serie de características que pueden tener un efecto significativo en el enfoque contable adecuado. En particular, aunque una opción de conversión puede liquidarse mediante la emisión de acciones de capital, esa opción no siempre puede clasificarse como instrumento de patrimonio. Dependiendo de los términos y condiciones precisos, la opción de conversión puede clasificarse en cambio como un derivado que se mide al valor razonable, con los cambios en el valor razonable registrados en resultados.
La clasificación contable de una característica de conversión como un instrumento de patrimonio o como un derivado puede tener un efecto significativo en los estados financieros de una entidad. Esto se debe a qué si la función de conversión se clasifica como un derivado, puede dar lugar a volatilidad en los activos netos informados y en las ganancias o pérdidas. Esto, a su vez, puede tener un efecto en varios acuerdos relacionados, que incluyen:
- Otros acuerdos de préstamo, incluido el efecto en ratios y convenios clave.
- Acuerdos de remuneración de empleados, incluidos planes de bonificación y pagos basados en acciones vinculados a las ganancias declaradas.
- Comunicaciones con inversores.
Además, cuando un pagaré convertible está próxima a su vencimiento o ha alcanzado su vencimiento, puede ser reemplazado o modificado, lo que requiere una mayor consideración en cuanto a los requisitos contables apropiados.
Esta publicación destaca una serie de ejemplos prácticos que deben tenerse en cuenta al determinar la contabilidad apropiada para instrumentos convertibles desde la perspectiva del emisor.