¿Cómo mido mi inversión ante impacto exógenos?

A lo largo de la historia de las finanzas, las empresas han buscado la manera de cuantificar el comportamiento de las inversiones que han realizado, ya sea en bonos, futuros o acciones. Pues bien, día a día vemos como se han ido incrementando las inversiones de las empresas a través de las Fusiones o Adquisiciones; mayormente llamado (M&A). Por lo cual, si esta inversión cuenta con la característica de bursatilidad (se encuentra listada en bolsa), la determinación del comportamiento de dichas inversiones vendrá dada por rendimiento del precio de la acción.

Para poner un ejemplo sencillo: La empresa A dedicada a operación de vuelos comerciales, cotiza en la bolsa de Nueva York, sus acciones para el 2018 rondaban a 1.000 USD por acción. Para el año 2019, una empresa B, decide emitir una Oferta Pública de Adquisición a razón de adquirir el 51% de las acciones de la empresa A. Como el valor de la acción en el mercado se sitúa en 1.000 USD, decide ofertar 1.200 USD por acción para completar la oferta. Al cabo del tiempo se cierra dicha transacción y ahora en su composición la empresa B queda con el 51% de las acciones de la empresa A en su portafolio. Dada esta compra, la empresa B, para poder determinar si su inversión ha perdido valor desde su compra, es tan fácil como determinar el valor de la acción en el mercado y comparar con el precio que la adquirió. Es decir, que el deterior de su acción va a estar determinado por la fluctuación que presente las acciones adquiridas en la bolsa, puesto que, al ser un mercado racional, la oferta y la demanda de la misma va a ir determinada por el reflejo que se observe del comportamiento de la misma.

Sin embargo, esto nos lleva a la siguiente pregunta ¿Cómo poder determinar si mi inversión en un activo (empresa adquirida) ha perdido valor durante el tiempo, si esta no cuenta con la característica de bursatilidad?; asimismo, ¿Si mi activo ha perdido valor, como determino su registro dentro de mi contabilidad? Allí es dónde toma gran relevancia la Norma contable NIC 36- Deterioro del Valor de los Activos. Puesto que esta ha sido enfocada en determinar “el importe que se pueda recuperar del activo a través de su utilización o de su venta”. De esta manera, si al aplicar esta norma, se determina que el valor" valor recuperable es menor a su valor contable, se debe reconocer una pérdida por deterioro del valor de este activo”.

Existen algunas alarmas que debemos tener en cuenta para determinar si mi inversión tiene una alta probabilidad de deterioro:

  1. Indicios observables sobre la disminución de valor del activo como consecuencia del paso del tiempo o uso normal.
  1. Incidencias adversas sobre la entidad en el entorno legal, económico, tecnológico o de mercado.
  1. Cambios en las tasas de mercado que puedan afectar la tasa de descuento utilizada para estimar el valor del activo.
  1. Valor en libros de los activos netos es mayor que la capitalización bursátil (ej. compañías públicas).

Asimismo, no siempre ante estas alertas se debe aplicar la prueba, puesto que la norma expresa que se debe “Comprobar anualmente el deterioro del valor de la plusvalía adquirida en una combinación de negocios”. Por ello, si nosotros hemos evocado la norma NIIF 3 – Combinaciones de Negocios, necesariamente se debe aplicar la NIC 38 – Activos Intangibles e incluso la determinación de futuros deterioros con base en la NIC 36 – Deterioro del Valor de los Activos.

BDO ofrece acompañamiento en la implementación eficiente de la prueba de deterioro conforme con las Normas aplicables y mejores prácticas de mercado, anticipando desde el momento los diferentes impactos y asegurando análisis integral del activo en cuestión.

Bibliografía Contables, N. I. (2001). Deterioro de Activos. NIC. Financiera, N. I. (2001). Combinaciones de Negocios. NIIF.